Train to Busan

No se que tienen el cine asiático en general, y el Coreano en particular, que sabe poner de manifiesto todo aquello que nos hace mezquinos, y disparar criticas mordaces extrapolables a casi cualquier ámbito de nuestra maravillosa vida moderna.

Todo esto viene a colación de la ultima película de Yeon Sang-ho, Train to Busan, un autentico éxito que arraso en el festival de Cannes y que recupera todo eso que hace grande al cine fantástico y de zombies: Coger una realidad y escupirnosla a la cara en forma de película imposible.

Personajes que caminan en la fina linea que los separa de la mas absoluta deshumanización, mas incluso que los zombies que los acosan, campan a sus anchas por el metraje, haciendo a veces la vida imposible a personajes que no son necesariamente «malos» pero que en sus erróneas decisiones se convierten en villanos para algún otro ser, como el protagonista de la cinta, un padre ausente de la vida de su hija, centrado mas en el trabajo que en su propia vida personal.

Precisamente es un tema recurrente en el film, el «aparente» sacrificio» de un padre, como así lo define el personaje de Ma Dong-seok en un  momento de la película. Esa sentencia, indicando que la niña lo entenderá todo cuando sea mayor, todos los sacrificios que el padre hace por ella, hacen ver a nuestro protagonista que su hija lo necesita ahora.

El único personaje realmente bueno de la película es precisamente ese, aquel que hace bajar a la tierra a nuestro protagonista y, como cabía esperar, el que mas papeletas tiene para tener una muerte honorable, épica y dramática. Esto es cine asiático, faltaría mas.

Y es que Train to Busan no solo funciona como critica, si no que a nivel cinematográfico funciona como un reloj. Recorre caminos ya transitados por las cintas de genero, pero con una tensión milimétrica. Ese escenario claustrofobico, en el que es casi imposible evitar a los caminantes proporciona a la película escenas originales aun hablando de un genero tan trillado como este.

En fin, una película excelente, que no calificare como obra maestra, pero que toca temas muy interesantes, hace reflexionar y da diversión a patadas durante 2 horas. Poco mas se puede pedir.