Mundo Espejo (Pattern Recognition)

Seguimos recuperando al señor William Gibson, hoy con Pattern Recognition, el comienzo de su Trilogía Blue Ant (aquí traducida absurdamente como Mundo Espejo) publicada allá por el año 2003. He de decir que la releí ya hace unos meses pero no ha sido hasta ahora que me he visto con fuerzas para escribir sobre ella.

En este caso, la premisa se sitúa en el  presente, al contrario que sus previas obras. Y es curioso por que a mi eso me fastidiaba en mi juventud. A mi lo que me gustaba era ver vaqueros de la red y entornos cyberpunk mas ortodoxos. Si embargo, a medida que he cumplido años voy apreciando ese mundo de la trilogía Blue Ant, tan parecido al nuestro, en ocasiones imaginado mucho antes que él.

La protagonista

Cayce Pollard es una especie de cazadora de tendencias que tiene un trabajo de lo mas singular, gracias a su habilidad para detectar logos e identidades empresariales y comerciales que serán un éxito. A ver como lo explico… Cayce tiene una sensibilidad especial que le provoca alergia a los logos corporativos. Cuando se ve ante uno que funciona, sufre síntomas que la inhabilitan y cuanto mas las molestan, mas tiene la certeza de que el logo tendrá éxito . Durante la novela conocemos que el que mas malestar le provoca es el Bibendum de Michelin (conocido por ser la primera «mascota» de una corporación). Debido a esta condición, muestra protagonista solo viste ropa sin marcas a la vista y de color negro o gris.

A mi me maravilla esta habilidad que Gibson tiene para construir personajes con cualidades únicas, que encajan en nuestra concepción del mundo actual en el que vivimos pero que le dan un toque casi de ciencia ficción (muy al estilo de Laney, de su trilogía del puente por ejemplo). Cuando lo leí por primera vez, a pesar de que esa alergia es fantasiosa e irreal, no me costo nada entrar en el juego que nos propone. Me pareció incluso lógica y plausible.

La trama arranca cuando Hubertus Bigend, dueño de la empresa de marketing y publicidad Blue Ant, encarga a Cayce encontrar al autor de una serie de extraños fragmentos de video que se están haciendo virales en la red y que tienen obsesionados a multitud de fanáticos.

A partir de aquí la protagonista se cruza con multitud de personajes y situaciones mientras busca al autor de los videos. Durante su periplo Gibson filosofa acerca de la cabida que tiene el pasado en nuestro mundo moderno, de las diferencias culturales en un mundo globalizado y del éxito de las identidades corporativas frente al arte.

SPOILERS AHEAD!!

El Arte y su mercantilización

Me encanta que William Gibson rescate un tema que tocó ya en Conde Cero: la del personaje que busca al creador de algo que parece único. El desarrollo es similar pero en este caso todo es mas interesante y el final es totalmente demoledor. No lo destripare aquí pero si algo se queda en la memoria de esta novela, es precisamente el momento en el que Cayce descubre en Moscú quien es el autor de dichos fragmentos de video.

Cayce llegado cierto punto, se divide entre su lealtad a su empleador y la ética de no desvelar quien esta detrás de tan únicas piezas creativas. ¿Es necesario convertir en mercancía todo lo que tiene algo de especial? Gibson habla del autor, de la necesidad de éxito y exposición (el personaje que hace esculturas con ordenadores ZX81 es un ejemplo de esto) en contrapunto con la intimidad del proceso de crear algo. Debate sobre esa necesidad actual de convertir en oro cualquier cosa que sea única destruyendo su intención en el proceso.

En la otra cara de la moneda, se nos muestra esa comunidad totalmente obsesionada por los videos, que debaten en un foro acerca de la intención del autor y su significado (adelantándose varios años por ejemplo a la locura que se desato en su día con Lost, siendo objeto de miles de conjeturas y debates en las redes y foros)

Es una comunidad cerrada, que se siente especial por poder ser testigos de algo tan único ya  la vez tan secreto. Gibson nos lanza preguntas: ¿Es el arte mas arte por ser poco relevante? ¿Por qué nos sentimos mas apegados a algo cuando este algo es propiedad de solo unos pocos? ¿Por qué perdemos esa sensación de pertenencia cuando algo se convierte en masivo y comercial?

Mundo Espejo

Decía antes que la traducción del titulo en español me parecía absurda, aunque es un termino que se usa durante la novela. Hace alusión a esa sensación de estar al otro lado del espejo cuando uno viaja a un lugar culturalmente diferente. En este caso, las aventuras de la protagonista la llevan a Japón y a Moscú. Dos lugar totalmente ajenos a nuestra cultura. Con sus propias convenciones sociales, culturales e incluso corporativas. Gibson es un maestro a la hora de describir las sensaciones que esto nos provoca, consiguiendo que con unos pocos párrafos, sintamos exactamente esa extrañeza y desconexión que Cayce vive al llegar a estos lugares.

William Gibson lo vuelve a  hacer en este relato: Nos pasea ya por nuestra propia realidad, y hace que parezca extraña, ajena e incluso desconocida. Yo, por mi parte, tras haberme sentido decepcionado en su día por haber abandonado el futuro cyberpunk en pos de estas historias mas contemporáneas, debo desdecirme de aquello y asumir que ya estoy deseando leer la siguiente entrega de esta trilogía Blue Ant para que su autor me lleve de la mano por un presente totalmente desconocido para mi.

Frikeanos algo...

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