La Niebla, ese final…

Revisitando este clásico moderno hace unos días, no podía evitar pensar en Train to Busan, película de la cual publiqué una entrada hace unas semanas, y que tantos  parecidos guarda con la excelente película de Frank Darabont, aunque con sutiles pero cruciales diferencias que convierten la producción americana  en algo mucho mas solido que su contrapunto coreano.

Recuerdo ir a ver La niebla al cine, con las ganas de alguien que adora ver adaptaciones de uno de sus escritores favoritos, pero sin muchos mas alicientes. Y también recuerdo salir de la sala mas que satisfecho y con un mal cuerpo que no veas. No evitaré aquí spoilers. Hablamos de una película de hace ya 10 años.

SPOILERS AHEAD!

Y es que Darabont nos sumerge en el ya clásico conflicto entre personajes atrapados en una situación limite. En ese pequeño experimento social que supone ver seres humanos de las mas diversas ideología chocar ante una experiencia que no comprenden y que tantas películas han usado como punto de partida.

Y en un principio, uno no se ve ante una gran obra maestra, si no todo lo contrario. Una dirección que navega entre el conservadurismo y lo anodino (aunque con un ritmo excelente, eso si) y que no comienza a mostrar sus cartas hasta bien entrado el metraje. En realidad el perfil bajo que mantiene el director tiene mas tarde su justificación… La historia se empeña en seguir las andanzas de David Drayton (Thomas Jane), no las de Brent Norton, vecino de nuestro protagonista, tampoco las de la madre preocupada interpretada por Melissa McBride. Nuestro alter ego, el personaje que se convierte en nuestro puntal y referencia en la película, es el que toma las malas decisiones. Y no lo sabemos.

La película es cine fantástico en estado puro. Con personajes que reaccionan al «evento» de muy diversas formas. Personas que a veces no son lo que parecen, algunos engrandecidos por el holocausto y otros reducidos a la máxima estupidez. Generalmente todos son arquetipos y su proceder es muy predecible pero ello no le quita poder al relato ya que todos son identificables en la vida real: El anodino cajero que se convierte en héroe, la loca del pueblo que se convierte en líder, los gallardos militares que se vuelven cobardes…

Todo ello regado por las más reconocibles escenas de monstruos. Con insectos gigantes, tentáculos lovecraftianos y gargantuescas criaturas que pululan por nuestro mundo sin prestarnos atención. Me gustaria destacar la secuencia en la que un grupo de supervivientes sale de la seguridad de su refugio para conseguir medicinas en la farmacia colindante, para acabar cayendo en una emboscada, con unas criaturas basadas en las arañas que ya conocemos pero con dientes humanos (me encanta el diseño) y con plano deudor de aquella escena eliminada de Alien, en la que unos supervivientes convertidos en sacos de comida, imploran al resto de personajes que los maten para dejar de sufrir.

El devenir del guion lleva al grupo protagonista a terminar por decidir abandonar la tienda, acuciados por el ascenso al poder de una loca religiosa que pide a sus creyentes un sacrificio humano antes de cada anochecer para aplacar el hambre de sangre de su Dios. El conflicto teológico, con bofetón incluido es de los que no dejan de ponerte nervioso y desear que alguien le pegue un tiro a la susodicha, mas peligrosa que los propios bichos. Disparo que al final llega, todo hay que decirlo, a manos de uno de los mejores personajes de la película, Ollie.

No me gustaría decir que toda la película se apuntala sobre su duro y sorprendente final, porque el resto del metraje tiene suficientes alicientes como para merecer la pena por si misma, pero ese pequeño detalle, ese agrio final, eleva la cinta sobre otras similares porque no solo asistes a una escena durisima, si no que te das cuenta que llevas del lado del protagonista durante dos horas, sin poner en duda ni una sola de sus decisiones, y has estado equivocado todo el tiempo. Porque las decisiones de David son loables, valientes, pero en general, solo llevan a la perdida de vidas durante todo el film. Escenas como la de la excursión a la farmacia,  o la huida final de la tienda solo confirman que quien esta al lado de David muere. Sin mas.

Es un trabajado ejercicio de engaño. Una escena (la primera vez que ven el tentáculo en la trastienda) y ya eres colega de Thomas Jane. Y el director te lleva por el relato de su mano, sin que pongas ninguna pega. ahí esta la grandeza de esta producción.

Técnicamente la cinta nota el peso de los años en esos CGI primigenios que tanto cantan actualmente y como curiosidad, podéis ver a la mitad del elenco de Walking Dead por ahí. No en vano, Darabont fue el Showrunner de la serie en su día, al menos hasta que le echaron.

En fin, decía al principio acerca de los parecidos entre La niebla y Train to busan, con la gran diferencia de que el protagonista coreano, se redime en la muerte, sacrificándose por los demás, mientras que nuestro alter ego yanki es el único superviviente con la gran carga de haber supuesto la muerte de todo el que le ha acompañado durante el viaje. Pocas historias te dejan tan jodido como a su protagonista al encenderse las luces de la sala.

2 comentarios en “La Niebla, ese final…”

  1. Gran artículo. La verdad es que yo no puedo opinar sobre esto demasiado porque mi opinión no sería nada imparcial. De base soy muy reticente a las adaptaciones, siempre he creído que no se puede traspasar el lenguaje de un medio a otro, y de ahí que (lo reconozco) sea un total «tiquismiquis» con cualquier tipo de adaptación.

    Stephen King es uno de los escritores a los que más he leído (y leo actualmente todavía). Me encanta hasta puntos insospechados. De hecho me propuse hace ya tiempo leer absolutamente todos sus libros y en ello estoy. Una cosa que advertí pronto es que las películas basadas en libros de King, en mi opinión, no hacen justicia a los libros. Pasa con cualquier libro normalmente pues, como digo, traspasar un medio que se ha pensado para trasmitir mediante el arte de la palabra escrita, a otro que va mediante imágenes y sonidos, me resulta a todas luces imposible. No porque un medio sea mejor que el otro, sino porque simplemente son diferentes. Eso sí, no quita que salgan cosas que merezan la pena o puntos de vista interesantes. Hay que ver que, precisamente, son diferentes y se logran otras cosas distintas (aunque, como digo, yo siempre preferiré quedarme con la esencia de quien creó la primera versión).

    En fin, sin enrollarme más XD, la verdad es que puedo decir que La Niebla, para lo estricto que soy con estos temas, no me digustó. Me parece que tiene calidad en muchos de los apartados, como bien comentas y el final, eso sí, como bien dices, es absolutamente brutal. Dentro de las adaptaciones de King, esta me parece sin duda de las mejores, a pesar de que yo, en lo personal, me siga quedando por encima de todo con el relato, el cual pienso que tenía una magia inigualable, sobretodo en los primeros compases, en la antesala a todos los problemas. Había algo mágico que no sé describir que me encantó.

    Pero la peli, por supuesto, merece la pena.Y, tienes toda la razón, el final te deja absolutamente K.O. A veces hacen falta más agallas como las que se muestran aquí, para dar finales como estos. ¡Un saludo!

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    1. Estoy totalmente de acuerdo en que los dos medios son diferentes y es imposible hacer traslaciones al cine de cualquier libro y respetar ya no solo argumentos y ritmo, si no intenciones y dobles lecturas. La mayoría de las veces disfruto más una adaptación si se separa del camino creado por el libro e inventa algo nuevo basándose en la misma premisa.
      Yo también soy un gran fan de Stephen King, y también tengo el firme propósito de leerme todos sus libros. A ver si algún día lo consigo.
      Gracias por comentar!!

      slaudos

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