Los Cantos de Hyperion

Los que aquí me leéis, sabéis que adoro el cyberpunk, a Stephen King y a Tolkien y, aunque ya había nombrado a Dan Simmons por aquí, jamás había hablado de la que es mi novela de ciencia ficción favorita del mundo mundial. Hablo de Los Cantos de Hyperion.

Este es otro de esos casos en los que la sensación al recordar el momento en el que comencé a zambullirme en sus páginas es vívida e intensa. Publicada en dos partes, la primera de ellas está dedicada a narrar las 7 historias de los peregrinos que acuden a las Tumbas del tiempo a rendir pleitesía al Alcaudón, un ser entre mitológico y tecnológico que provee deseos, pero también muerte y dolor infinito. La premisa era extraña, y llamo mi atención de manera desmesurada ¿cómo casa una peregrinación cuasi religiosa en un entorno de space opera? pues gracias a Simmons, un escritor de auténtico genio.

Dan Simmons

La mencionada primera parte es sencillamente maravillosa. Gracias a las 7 historias que son pequeñas novelas en sí mismas, El autor teje un mundo creíble, y conocemos la Hégira, el tecno núcleo, los teleyectores, y todo lo relacionado con el universo en el que transcurre. Escuchar diversos relatos de diferentes géneros (las hay románticas, las hay fantásticas, las hay casi terroríficas…) dota de un trasfondo muy especial a la novela y nos ayuda a entender a los personajes principales y a empatizar con ellos. Con cada historia, Simmons nos lleva a través de algún conflicto humano, la religión, la guerra, el amor o los hijos son temas sobre los que reflexiona de manera clara y profunda con cada personaje.

Todo ello nos conduce a una segunda aparte que es todo un clímax en sí misma. Difícil es hablar de ella sin caer en spoilers pero es que lo tiene todo. Hay guerras interplanetarias, mundos abocados al apocalipsis, civilizaciones cayendo, inteligencias artificiales, viajes temporales, acción, personajes enormes y leyendas místicas… Todo enlazado para construir la novela de ciencia ficción definitiva. Si si, DEFINITIVA.

La imaginación desbordante de Simmons plaga cada página de increíbles imagenes e ideas. Imposible olvidar a los exters, esos increíbles seres que viven en Arboles mundo, que decidieron adaptarse a la vida en el vacío antes que doblegar la naturaleza de un planeta. Como no caer rendido ante los mundos laberinticos o ante el cruciforme con su regalo de inmortalidad para el hombre (la historia del padre Hoyt es espectacular). Cada concepto es increíble en sí mismo.

Simmons riega el libro con menciones a la literatura del siglo 19 y a la mitología griega. Un festín de referencias, de anacrónias y de misterios que engancha desde la primera a la última página gracias al estilo del escritor. Jamás 1000 páginas se habían leído tan rápido. Es habitual perderse en la densidad de muchas novelas de ciencia ficción, pero Simmons, con su estilo bestseller (aunque muchos critiquen esto) consigue que no dejes el libro ni aunque quieras.

Porque Hyperion, por encima de su escala épica, posee personajes que importan. Todos ellos. Personajes que salen de las páginas, con los que sufres y ríes.

Con su secuela, Endymion, Simmons hace un ejercicio que solo los grandes pueden hacer, que es escribir una novela que amplia e indaga en los conceptos de la primera parte, sin caer en la repetición, abrazando géneros diferentes y elevando la apuesta emocional con una historia sencillamente preciosa entre sus dos protagonistas, Aenea y Raul Endymion.

Triste es decirlo pero, tras leer Los cantos de Hyperion, ninguna novela del genero me ha llenado del todo. Es injusto compararla, lo se, pero me es imposible no hacerlo.

Leedlos. Ya.