The Peripheral

Odio a William Gibson.

Le odio porque cuando empiezas una novela suya, te sientes como un autentico monguer, sin saber que coño esta pasando y sin entender nada de la jerga que sus personajes hablan.

Pero en cuanto has pasado unas decenas de paginas y entras en su juego, la sensación es sencillamente gratificante.

En este caso, Gibson se vuelve a acercar a nuestro presente, pero a la vez, se aleja mas de lo que se había alejado antes. ¿Como es esto posible?

La historia nos narra dos lineas temporales diferentes separadas por mas de 70 años. Una, similar  a nuestro mundo, quizás algo mas entrada en el futuro que en sus últimos libros, Es un mundo en el que el entorno sociopolitico es inestable y donde los personajes, gente normal y corriente, hace lo que puede para ganarse la vida. Bastante similar a otras novelas suyas.

Por el otro lado tenemos un futuro, en el que la población mundial se ha visto seriamente mermada, y gracias a lo cual, el mundo se ha convertido en un campo de juegos de ricos que viven como quieren, basando su vida en la imagen, publicidad y el arte. Un futuro luminoso y agradable, pero frío y superficial. Todo cambia cuando los dos mundos se cruzan.

Es probablemente el punto de partida mas fantástico que Gibson ha escrito nunca. ¿Viajes en el tiempo? Algo así, pero esto es un libro del maestro del Cyberpunk y el Techno-thriller, nada va a desarrollarse como uno esperaría. Aunque es necesario bastante esfuerzo por mantener la suspensión de incredulidad acerca de la conexión entre ambas lineas temporales.

Me gustan los conceptos que toca Gibson. Gente con poder y dinero jugando a ser un «Dios temporal» con toda las ventajas de influir en el devenir de un pasado que no tendrá consecuencias en su realidad. Gibson nos lo pinta como el colonialismo perfecto: tócales pero que ellos no te toquen a ti.

El libro es muy ágil , gracias a los cortos capítulos (no a la difusa prosa habitual en el autor) y he de decir que me ha costado muy poco leerlo, al contrario que sus ultimas novelas, que me resultaron especialmente lentas.

Como pegas le puedo poner la escasez de localizaciones (un garaje, una caravana, un local y Londres) que dejan sin protagonismo a los entornos urbanos que tan bien se le dan a Gibson. Aun desarrollándose gran parte de la historia en la capital británica, se nos escatima su visión a excepción de un par de capítulos, lo cual nos hace perder profundidad del mundo en el que sucede la trama, tipicamente policial, como viene siendo habitual en el autor.

Entre todo ello, interesantes conceptos como siempre, artistas visuales, primitivistas que viven en la isla de basura del pacifico, cuerpos humanos sin mente que sirven como avatares de las personas (Si, como en Surrogates) pero en esta ocasión, da la sensación que no se profundiza demasiado en nada, y el libro pierde fuerza a causa de ello. En realidad, Gibson esta mas interesado en contarnos los actos y decisiones de sus personajes en un entorno que no necesita de mas descripciones y datos mas allá de lo que viven y sienten sus protagonistas. Ese es el gran acierto del libro, algo que se le da estupendamente bien al autor de Neuromante, pero si lo que quieres es mas chicha del futuro y datos precisos relacionados con la parte mas hard de la ciencia ficción que profesa, quedaras algo decepcionado.

Resumiendo, interesantes conceptos, trama Gibsoniana típica, personajes muy interesantes, pero todo demasiado desdibujado. No se si William Gibson piensa continuar narrando historias en este entorno, quizás si lo hace, podamos ver mas allá de lo que se nos muestra en este The peripheral.

Frikeanos algo...

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.