Decepciones: Dark Seed

Recupero aquí una antigua sección de mi viejo blog, Decepciones se llamaba, y el ilustre nuevo miembro de tan selecto club, es la aventura clásica, ilustrada por el genial H.R. Giger, Dark Seed (Cyberdreams, 1992).

Corría el año 1992 y una Micromanía, con portada de H.R. Giger me atrapó con su mirada en el kiosko. Unos debutantes llamados Cyberdreams acababan de lanzar una aventura gráfica point and click basada en las horripilantes ilustraciones de Giger, padre de Alien entre otras muchas otras cosas. Durante días aluciné pepinillos con las pantallas en alta resolución (640×480) que ilustraban el artículo de la revista (eso si, en 16 colores).

Y no ha sido hasta hace unos días, que no me he puesto en serio con ella, impulsado por la relectura del libro de ilustraciones «HR Giger.com». Y, para que  vamos a engañarnos, he descubierto que estamos ante una aventura gráfica muy insulsa, técnicamente desequilibrada, y lo que es peor, aburrida pero por otro lado muy estresante (y no precisamente por su carga de terror).

El manejo es el típico en este tipo de juegos, con un puntero cambiante mediante pulsación del botón derecho y un personaje que sigue nuestras ordenes. En primer lugar hay que decir que las localizaciones del juego con muy escasas, limitándose a la casa, el pueblo, y el mundo oscuro. Esto le resta mucha capacidad de exploración al juego. De hecho la poca exploración que podemos intentar, se ve recortada y asfixiada por el absurdo limite temporal que impone el juego, viéndonos obligados a terminar nuestra aventura en tres días (en el tiempo del juego), durante los cuales las horas van pasando sin que podamos hacer nada. Es frustrante no poder pararse echar un vistazo en los escenarios porque o corres, o te toca comenzar de nuevo.

Y es que aquí hay que mentar a Ron Gilbert una vez mas, quien, como bien dice, morir en una aventura gráfica es coartar la libertad del jugador y su curiosidad. De hecho, esas limitaciones e imposiciones temporales  solo sacan a relucir el enorme fallo de diseño que supone Dark Seed.

A nivel técnico, pocos peros se le pueden poner a la parte gráfica, si acaso el enorme marco que quita el 50% de la pantalla, pero la banda sonora es otro cantar; es realmente horrible y, exceptuando el tema principal de misterio, el resto de composiciones (en el pueblo, en la calle…) son no solo ovidables, si no que dan ganas de jugar sin sonido.

Ni si quiera he podido terminar el juego y si he seguido hasta completarlo en mas o menos un 80%, ha sido por las ganas de ver mas parajes dibujados por ese genio que fue H.R. Giger, que en la pantalla brillan con luz propia incluso con las limitaciones de la época.

En fin, una curiosidad que hay que probar por quien esta involucrado pero que no esta a la altura de aquella genial época dorada de las aventuras gráficas.